«El cine social sigue siendo necesario»
Adrián Ordóñez es el director de “Todo va bien”, ganador del Premio Besarkada Saria de la sección oficial del Homeless Film Festival. Hemos hablado con él sobre su trabajo y sobre sus expectativas hacia el festival.
Antes de nada, Felicidades. Felicidades por el trabajo que habéis hecho y felicidades por los premios que estáis recibiendo.
Sí, estamos muy contentos porque está teniendo un recibimiento que muchas veces cuando empiezas a trabajar un proyecto no te imaginas, y más, el tema que tratas. Porque desde el principio, cuando empezamos a buscar la subvención, ayuda, tal, nos cerraron muchas puertas. A la hora de decir vamos a hablar de esto. Ah, sí, pues entonces no. Y hemos visto que el festival de cine sí nos está recibiendo muy bien, así que estamos muy contentos. Y lo que dijo Sergio Rubio, el guionista del proyecto, cuando informé al equipo de que habíamos ganado este premio, tiene razón, dijo que este premio es el que le da sentido a la historia y a que hayamos hecho el corto. Este tipo de festivales es, al final, uno de los mejores premios que podemos tener por el hecho de que se dedican a ello.
¿Sobre qué trata Todo va bien? ¿Cómo lo resumirías?
“Todo va bien” se resumiría en chicos que quieren buscar una mejor vida, constantemente juzgados, eso es, pero que luego cuando llegan a otras tierras y otro mundo con un pensamiento se dan cuenta de que simplemente por ser de otro origen ya tienen una marca y no pueden seguir adelante tan fácil quizá como otros u otras. Entonces, simplemente es querer buscar una mejor vida y no encontrarla tan fácil como creía.
Es algo que forma parte, desgraciadamente, del día a día, ¿verdad? De mucha, mucha, mucha gente.
Sí, a nosotros, a mí personalmente, me ha enseñado mucho trabajar en este corto hecho ese, ¿no? Aquí en Málaga, por ejemplo, hay muchos chicos. Ahora me puedo hacer una idea de a dónde va la mayoría, que es a buscarse la vida. Mi experiencia trabajando con ellos no solo fue con Hassan, fue con Matt. Es eso, yo quiero ganarme la vida y quiero hacerlo bien, pero también no se lo ponemos fácil a veces.
¿Cómo ha sido el proceso? Claro, nosotros luego vemos un resultado digno, potente, interesante, que nos hace reflexionar, pero hay un trabajo enorme, de mucho tiempo.
Sergio Rubio llevaba ya con esta historia dos o tres años escribiendo, preguntando, informándose, hablando con policías, familia, ONG, buscando. Me llegó el guion, empezamos con el proceso de buscar personajes y queríamos que lo cuenten ellos, chicos que lo hayan vivido de verdad. Entonces ahí entró Málaga Coge, hicimos casting, hicimos también en Córdoba. Y desde que vimos Hassan creíamos que teníamos al protagonista. Y luego fueron dos meses junto a Fernando Jiménez, también estaba Sara, Sanord en los ensayos y Neda, que era la traductora, porque el corto era en árabe, y necesitábamos decirle a la traductora lo que necesitaba transmitir y que lo pase a la española. Fueron dos meses intentando que se convirtieran en actores y lo consiguieron. Sobre todo, una cosa que siempre cuento, que yo les decía a ellos, “Tienes que sentir esto delante de la cámara”. Yo les enseñe a ponerse delante de la cámara, pero lo que es sentir a dormir en la calle u otras cosas como que te traten mal, eso ya venía de casa, por desgracia.
¿Qué visteis en Hassan?
Lo primero que nos llamó la atención fue su presencia. Queríamos un chico joven que cuando lo mires sientas como que tiene todavía mucho mundo por explorar. Hassan da eso en el corto. Luego demostró que era así. También tengo que decir que él no llegaba tarde a los ensayos nunca, se lo tomó en serio desde el primer momento. O sea, él se lo tomó como un trabajo y el día que se sentó a rodar fue como… Yo estaba mirando el combo y digo increíble, porque después de dos meses ensayando el día de rodaje es el día clave. Y Hassan es un tío entrañable, trabajador. A día de hoy trabaja 24 horas y vive con su novia, y lo único que quiere es eso a día de hoy. Por eso nos cuesta un poco más contar con él a veces, porque no quiere perder su trabajo, no quiere perder lo que tiene, lo que ha podido conseguir en España, le ha costado mucho y, sinceramente, lo llegamos a entender. Así que se lo ha ganado y creo que él se lo merece, porque es un tío maravilloso.
¿Qué significa para vosotros ser premiados en el Homeless Film Festival? ¿Qué ha significado para el equipo?
Me llamó por teléfono Mónica de Bizitegi y me comunicó el premio. Al ser un corto andaluz teníamos dudas de si en el Norte se nos iba a entender. Lo bonito también es que es un tema interesante de ámbito nacional y que de una manera u otra entendemos, solo con sensaciones. El corto es lo que quiere transmitir, estas sensaciones. Haber ganado un premio en Bilbao para nosotros es un auténtico placer y sobre todo cuando es en un festival que se dedica a darle cabida a ese tipo de problemas, la problemática social.
Aunque nos hayan seleccionado en más premios, este es para Sergio Rubio y para mí el gran resultado de haber hecho esto corto.
Es el premio más grande y por eso estamos deseando subir, recibirlo nosotros mismos y conocer a la gente del Homeless. Estamos súper, súper, súper entusiasmados con este premio.
Muchísimas gracias, Adrián. ¿Algo que añadir?
Yo lo que quiero transmitir es que el cine social es importante. He escuchado o leído de gente del cine poniendo en duda el cine social. Será porque no tienen problemas en su día a día, pero al final el cine social es importante, hay que seguir luchando por él, y que las entidades o las empresas apuesten más por el cine social y la realidad, porque al final todos, si miramos para un lado o para otro, tenemos problemas o familiares o amigos, y necesitamos que se hable de ello. Para eso también es el cine, para contar qué está pasando.